
1. Evitar aperturas de puertas innecesarias
2. Usar equipos de aislamiento avanzado para minimizar las fugas de calor.
3. Mantener los sellos de las puertas de las cámaras frigoríficas en buen estado para mantener el aire frío dentro.
4. Usar válvulas de expansión electrónicas para mejorar el rendimiento y reducir el consumo.
5. Usar controladores de temperatura inteligentes que adapten la producción de frío a la necesidad real.
6. Utilizar luz LED en lugar de luces fluorescentes para iluminar las cámaras frigoríficas.
7. Establecer horarios de funcionamiento del sistema para aprovechar mejor el consumo.